Algunos los utilizan como un recurso estético, otros apelan al cuidado de la salud de la piel y la privacidad de los pasajeros. Lo cierto es que es común encontrar autos con vidrios polarizados en las vías mexicanas, algunos de fábrica, como es el caso de los modelos nuevos que traen vidrios oscurecidos; o carros antiguos, a los que se les han instalado láminas.
Según lo que establece el Reglamento de Tránsito del Distrito Federal , en Ciudad de México “está prohibido llevar vidrios polarizados, obscurecidos o con aditamentos u objetos distintos a las calcomanías reglamentarias”.
La regla no es distinta en el caso del Estado de México, en cuyo reglamento se establece que “está prohibido que los vehículos porten en los parabrisas y ventanillas, rótulos, carteles y objetos opacos que obstaculicen la visibilidad del conductor. Los cristales no deberán ser obscurecidos o pintados para impedir la visibilidad al interior”.
Si eres fiscalizado por la autoridad y eres sorprendido llevando vidrios polarizados en CDMX, arriesgas una multa que va desde las 10 a 20 veces la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México vigente y la remisión del vehículo al depósito vehicular.
En tanto, en el Estado de México la multa de es de 20 días de salario mínimo.
Comentarios